Aunque la ciberseguridad proactiva es un tema crucial para el mundo empresarial, muchos ejecutivos se enfocan en comprar soluciones de ciberseguridad que se operan de manera aislada, lo que no permite una visión integral de la seguridad de la organización.
Es importante recordar que incluso las soluciones más avanzadas pueden fallar y que los atacantes siempre buscan nuevas formas de infiltrarse en una organización. En estos casos, la orquestación y automatización, puede ser clave para que el funcionamiento combinado de las soluciones pueda compensar la deficiencia o falla que pueda experimentar alguna de ellas.

Entonces, el objetivo debe ser que todas las soluciones de ciberseguridad trabajen juntas de manera coordinada y colaborativa. Esto es orquestación, que las detecciones de una solución pueden ser utilizadas por las otras soluciones para reforzar la seguridad de la organización. Por ejemplo, si un firewall detecta un ataque, esta información puede ser utilizada por una solución de protección de punto terminal para bloquear la amenaza.
Además, la automatización puede reducir el tiempo de respuesta a un incidente de ciberseguridad, lo que a su vez podría reducir el impacto sobre la organización. Por ejemplo, una vez que se detecte una amenaza, se puedan activar medidas de contención de forma automática para limitar su propagación y reducir su impacto.
Pero, ¿por qué muchos ejecutivos no adoptan este enfoque proactivo? Se podría suponer que es por la falta de comprensión de las ventajas que ofrecen la orquestación y automatización. También podría atribuirse a limitaciones de dinero. Por eso muchos ejecutivos creen que al comprar las mejores soluciones que le permite su presupuesto, pueden dejarlas funcionando de forma independiente, con mínima o ninguna supervisión. Esto puede ser un grave error que conlleve a que los incidentes de ciberseguridad sean detectados demasiado tarde y con consecuencias graves para la organización.
En conclusión, si la seguridad de por sí es un tema crítico en el mundo empresarial, la orquestación y la automatización son herramientas clave para lograr un enfoque proactivo indispensable en la reducción del impacto de posibles incidentes de ciberseguridad.